Un día una niña llamada Daniela que cumplía 10 años, en su cumpleaños le regalaron un montón de regalos: camisetas, estuches, colonias, libros, zapatillas... pero a ella no le había gustado, fue a la cocina a quejarse a su madre, ella no podía hacer nada, Daniela enfadada recibió una visita inesperada. Fue ha abrir la puerta, y se encontró con un hombre y una mujer, que le invitó a dar un paseo por el bosque para ver todas los animales que se veían, a ella no le gustaba nada.
La mujer que se llamaba Raquel y el hombre que se llamaba Cristian, le dijeron a Daniela que mañana a las 10 en punto en la entrada del bosque.
Daniela dijo a su madre que no quería ir, que ella no pasaba toda la mañana viendo bichos.
Su madre no discutiría más, cada una fue a dormir, que al siguiente día tenían que estar frescos.
Al despertar, Daniela se despertó antes que su madre, no podía dormir, pensaba que las águilas le iban a picar. Bajó todo el viaje hasta la entrada del bosque renegando.
Menos mal que el bosque le pillaba cerca de su casa.
Daniela, Raquel y Cristian se metieron en el bosque. El primer animal que vieron fue una lechuza, a Daniela le hacia gracia por su cara.
El segundo animal fue una águila, era tan bonita, Daniela se asusto un poco pero era preciosa aunque no se veía muy bien porque empezó a verse una niebla. La águila estaba volando encima de ellos, por suerte Cristian se llevo un guante largo de color marrón y tenia en una bolsa de plástico con carne cruda, me daba tanto asco, que pensé en vomitar, pero el águila fue hacia Cristian para comerse ese trozo de carne, vino corriendo a toda velocidad y se puso en el brazo de Cristian.
Entonces, hay si que vio bien a la águila tenia unas garras enormes, nunca había visto una águila tan de cerca. Cristian le dijo que si me quería poner el guante de Raquel, a ella se asustaba mucho porque iba a tener una águila enfrente suya. Se puso el guante sin pensar.El águila era grande, ella pensaba que le iba a hincar las garras, pero no, ese guante le protegía. Después de un tiempo la águila se fue.
Andando por un rió vieron un lince, era como un gatillo con bigotes graciosos. Al verles se asusto, pero pudo ver ese animal tan bonito.
Y el último animal que pudo ver fue uno especial porque me gustaba mucho, ese animal era un lobo. Tenia tanto miedo que pensé en correr hasta llegar a mi casa pero, si salia corriendo me iba a perseguir. Cogí unos prismáticos y empece a verlo de cerca.
Después parece que se encontró con una cabra y fue a perseguirla.
Cuando volvió a su casa el tiempo se le había pasado volando. Le contó todo a su madre, estando allí Raquel y Cristian. Ellos dos pensaron y le dijeron a Daniela que si ella podía decir a todos sus amig@s lo que le había pasado y así que todos se dieran cuenta de que los animales no son malos, si no de que los bichos como Daniela antes los llamaba eran una especie de animal bellisima y que si podía repartir estos folletos sobre las aves rapaces. Era un folleto que ponía que si se encontraba algun ave rapaz que llamen al teléfono que ponía y le digan donde estuvieron, donde le vieron ...
Para ella fue el mejor cumpleaños de su vida.
Esa historia fue muy bonita para Daniela, y gracias al folleto de las aves rapaces, si se encontraba alguna llamaria a Raquel y Cristian.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario